lunes, 12 de marzo de 2012

F.A.T.E III

Dios definitivamente sigue sin tenerme en su lista de contactos. Para serte sincera, ni loca le volvería a mandar una solicitud de amistad a esta altura del partido...seguiría sin darme pelota...
Las cosas como venía contandote, estaban siendo... fueron e incluso por un momento, hasta dejaron de ser. Pasó tiempo y en el medio cosas que no entenderías y tampoco se si me molestaría en intentar explicar porque sería un desperdicio inmenso de caracteres (demos gracias que esto no es Twitter). Lo que si puedo resumirte es que entraron en juego las partes malas de las relaciones interpersonales. LLamese desconfianza, dudas y hasta por qué no, la rutina misma. La cuestión fue que decidí que continúe su transcurso con ciertas modificaciones... Y no estaría entendiendo dónde estoy parada, o hacia dónde me dirijo.
Sólo puedo describirte este momento, como cuando recien abris los ojos, pero hay tanta luz que te enceguece... te obliga a cerrarlos. Sin embargo hay algo que te impulsa a abrirlos. Esas ganas de querer volver a ver. Intentás abrirlos de a poco, tranquila y entreabriendolos, vas dejando entrar esa luz... De repente se te hace más fácil abrirlos totalmente y comenzás a acostumbrarte a ella. Y caminas por la vida con los ojos abiertos otra vez... Sin embargo la necesidad de cerrarlos te invade otra vez.. Pero para eso existen los anteojos de sol...y con eso, la piloteas...

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Ann