Y tu piel que antes de todo me gritaba
Hoy no me susurra ni un 《buen día》 a la mañana.
domingo, 14 de octubre de 2018
viernes, 12 de octubre de 2018
Tempestad
El viento huracanado de lleno le da en la nuca helandole la espina hasta de los pies las puntas. 《¿cómo es que ya no siento la sangre caliente?》 susurra, entumecida, su mente.
Falange por falange milemétricamente mueve como si fuesen arañas que en el aire suspende.
Velozmente sus pies acciona porque ante el rugir del viento su cuerpo erosiona. Huye, como un cordero del lobo que su piel anhela y encontrar a su fiel salvadora en el camino espera. La que de luna a luna sus sueños desvela pero se adelanta dejando al alba su estela.
Hallarla esta vez será el desafío que la saque, ilesa, de este clima tan frío.
Falange por falange milemétricamente mueve como si fuesen arañas que en el aire suspende.
Velozmente sus pies acciona porque ante el rugir del viento su cuerpo erosiona. Huye, como un cordero del lobo que su piel anhela y encontrar a su fiel salvadora en el camino espera. La que de luna a luna sus sueños desvela pero se adelanta dejando al alba su estela.
Hallarla esta vez será el desafío que la saque, ilesa, de este clima tan frío.
miércoles, 10 de octubre de 2018
lunes, 8 de octubre de 2018
Volátil
*10 días*
-¡Mirá! ¡está ahí!
-Qué hermoso.
-¿Qué hermoso qué? Yo no veo nada.
-Juro que estaba ahí. En la punta de esa reja. Se voló. Seguro se voló. Estaba abriendo sus alas como preparándose para despegar.
-Dudo que haya estado. Nunca lo vi.
-Vos lo tragiste.
-No. No fui yo.
-Vos lo entraste, lo dejaste en esta reja y me gritaste que lo vea.
-No se de qué hablas.
*30 días*
-¡Mirá para allá!
-¡¿Viste que estaba?!
-¿Que estaba qué?
-¿Otra vez vas a decirme que no lo ves?
-¿Que no veo que?
-Está bien.
*80 días*
-¿Y si mirás para allá?
-No voy a caer otra vez. Me lo prometí.
-¿A caer en qué?
-No voy a mirar donde decís
-¿Y a dónde te dije que mires?
-...
*105 días*
- ¡Mirá!
-...
-Por favor. Mirá.
-No voy a hacerlo. Tus sentimientos son tan volátiles y frágiles.
-Pero, de verdad. Mirá. Está acá. Te lo regalo.
-No lo quiero. Gracias. Lo voy a dejar volar.
-¡Mirá! ¡está ahí!
-Qué hermoso.
-¿Qué hermoso qué? Yo no veo nada.
-Juro que estaba ahí. En la punta de esa reja. Se voló. Seguro se voló. Estaba abriendo sus alas como preparándose para despegar.
-Dudo que haya estado. Nunca lo vi.
-Vos lo tragiste.
-No. No fui yo.
-Vos lo entraste, lo dejaste en esta reja y me gritaste que lo vea.
-No se de qué hablas.
*30 días*
-¡Mirá para allá!
-¡¿Viste que estaba?!
-¿Que estaba qué?
-¿Otra vez vas a decirme que no lo ves?
-¿Que no veo que?
-Está bien.
*80 días*
-¿Y si mirás para allá?
-No voy a caer otra vez. Me lo prometí.
-¿A caer en qué?
-No voy a mirar donde decís
-¿Y a dónde te dije que mires?
-...
*105 días*
- ¡Mirá!
-...
-Por favor. Mirá.
-No voy a hacerlo. Tus sentimientos son tan volátiles y frágiles.
-Pero, de verdad. Mirá. Está acá. Te lo regalo.
-No lo quiero. Gracias. Lo voy a dejar volar.
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