sábado, 12 de enero de 2013

Hoy arranque el día con una sonrisa

Hoy arranque el día con una sonrisa. Cuando todo anoche predecía un amargo despertar. Pude también, haberme despertado triste o al borde del llanto, porque tuve un sueño muy particular que despertó en mi sentimientos dormidos y los resignificó. Soñé con vos. No fue un sueño exactamente, fue un recuerdo hacho sueño:

Era chica, tendría unos seis años y estabamos los dos en el patio de tu casa y como todas las tardes le sacabas las rueditas a mi bici y me decías "Dale, vamos a practicar, asi aprendes a andar sin rueditas y salis ciclista, como yo". Vos me tenías del portaequipajes manteniendo el equilibrio y despacito, yo pedaleaba. Vos corrias al lado mio mientras tomaba velocidad, creandome la ilusión de que lo estaba logrando. "No me sueltes" - te decía. Y vos, con ese tono calmo, me tranquilizabas diciendo "vos tranquila, no te voy a dejar caer". Ese dia, como siempre haciamos lo mismo. Vos me tenías la bici y yo empecé a pedalear despacio, volví a pedirte que no me sueltes y me respondiste lo mismo. La bici empezó a tomar más velocidad que nunca y yo estaba segura de que estabas ahi atrás. "Lo estoy haciendo" te dije, pero no obtuve respuesta. Me di vuelta y allá estabas vos, saludandome casi desde el punto de partida con una sonrisa. Largué la bici y fui corriendo a abrazarte contenta. "Lo hice abu!!" - te grité, pero continué - "me soltaste". "Te solté porque sabía que podías sola". Ese fue el día que orgullosamente me enseñaste a andar en bicicleta sin las rueditas de apoyo y es un recuerdo que nunca voy a borrar.

Hoy arranque el día con una sonrisa. Cuando todo anoche predecía un amargo despertar. Pude también, haberme despertado triste o al borde del llanto, porque este sueño fue muy particular, despertó en mi sentimientos dormidos y los resignificó. Lo hablé con una amiga, le conté que fue un sueño y me dijo "interpretalo". Lo interpreté y entonces entendí. Hace ya un mes que te fuiste Abuelo, pero como siempre, me das la señal de que nunca me vas a dejar caer caer. Y así como me enseñaste a caminar y a crecer, me enseñaste a andar por la vida sin ruedas de apoyo."Vos tranquila, no te voy a dejar caer", esa fue toda mi infancia y adolescencia camiando al lado mio y enseñandome a vivir."Te solté porque sabía que podías sola" Quizás vos eras una de esas rueditas, pero te fuiste sabiendo que me dejabas preparada. Siempre voy a extrañar verte, pero se que en todo lo que me enseñaste estás conmigo. Gracias por tanto.