miércoles, 11 de septiembre de 2013

S/T 2

-Me miro en el espejo y no me encuentro.
-Es verdad, ¿dónde está esa piba que se reía todo el tiempo?
-No lo sé, decime vos que deberías saberlo mejor que yo.
-¿Yo por qué?
-Porque yo sólo me muevo, vos haces el resto. Vos deberías llevar un archivo de todo
-Estás loca... “llevar un archivo de todo”… ¡¿Qué te pasa?!
-En todo caso vos estás loca, yo solo te llevo conmigo… Aunque pará, si vos estás loca yo estoy loca… Pero, definitivamente es tu culpa.
-Algo de razón tenés. Tiene lógica todo menos que es mi culpa. Si vamos a tus propias palabras vos te movés y yo hago el resto. Todo ese resto lo hago en consecuencia de tus actos.
-Te estás yendo de mambo. Vos me dictas todo y yo me muevo en consecuencia de eso. Discusión sin fin. ¿Para qué nos metemos en esto si sabemos que siempre terminamos igual?
-Es verdad, ¿tenés ganas de que volvamos al temita del espejo?
-Dale, ¿Qué onda?
-Voy ad ecirte sólo una cosa, esa piba anda por acá. Yo todavía la veo. Es más, la veo mucho, lo que significa que vos no la ves. Porque si la vieras yo no debería verla.
-Es cierto, no la veo hace mucho, de vez en cuando la podrías empujar, a ver si aparece por acá y se anima a volver…
-Podría, pero no pensaste por qué se fue… ¿qué te pasó?
-¿Qué NOS pasó? Querrás decir.
-¡Ay Dios! Bueno, dale, ¿qué nos pasó?
-Justo ahora nos duele la columna de cuando nos caímos en la calle saltando ramas. Odiamos el reposo y eso nos hace infelices… seguro es eso.
-Dale, no jodas, hablemos enserio. Solucionemos esto y hablemos maduramente. Decime entonces ¿Qué nos pasó?
-¿Ni una joda se te puede hacer a vos? No sé exactamente, nos pasó la vida. No soy feliz… no somos felices. Pienso mucho, ¿sabés?, y eso evita que disfrute las cosas y maquine mucho.  Ey, ¡pará! en realidad la que piensa sos vos, ¡¿Ves que es tu culpa?!
-¿Ya empezamos otra vez? Siempre igual vos… yo tengo la culpa de todo, claro…
-Uy, bueno, está bien. Pensamos, ambas, un montón. Creo que deberíamos hacerlo menos y tratar de disfrutar más, ¿te parece?
-Me parece, realmente me parece. ¿Tenés ganas de mirarte al espejo y empezar a practicar esa sonrisa? Así, quizás, sienta ella sola la iniciativa de volver.
-Ok, ahí voy. A ver…
-¡Eso esmuy fingido!, intentá que salga más natural…
-¿Me podes dejar tranquila?, ¿En todo te tenés que meter? Ya está, cumpliste tu rol por el día, andá y dejame intentar sonreir en paz.
-Claro, ya me usaste y ahora te deshaces de mi ¿no? Bien que cuando me necesitás siempre estoy.
-Claro, ¡como si fuera tan fácil deshacerme de vos! Naciste conmigo, estás incorporadaa mí y no me vas a dejar en paz nunca
-Lo quieras o no esa es mi función. Aunque mi vida sería mucho más fácil si fuera la conciencia de alguien menos quisquilloso.
-Bueno….¿Quién es la quisquillosa ahora? ¡¿Eh?! Jajajaja
-Me voy, está bien. ¡Ya me vas a necesitar y vas a volver con el caballo cansado!
-Si, claro…¡Ey! Ahora que decís caballo, mi vieja me había invitado al campo de Luis hoy, ¡Caballos! ¡Wiii! ¡Hace mucho que no me subo a uno!
-¡¿Me estás jodiendo?! ¿Ya te olvidaste del reposo? ¡Así no te vas a curar más!
-¿No te ibas vos? Si, me parece que te ibas, ¡Chau! Jajaja
-No se puede con vos. Si, me voy. Al fin y al cabo ¿qué haces hablando conmigo? ¿¡Ves que estás loca!?
-¡Error! ESTAMOS locas, y pensándolo mejor, eso también me hace sonreir.
-¿Cómo… no era que la qué pensaba era yo?
-¡CHAU, te dije!
-jajaja, está bien, chau. Andá a ser feliz andando a caballo. Eso si, después no me llores con que te duele!

sábado, 7 de septiembre de 2013

S/T 3

Una puerta a medio abrir cuando creo que no hay salida, un vaso medio lleno en mis peores pesimismos, un pájaro en la mano mientras veo el resto volando, un arcoíris gigante después de la peor de las tormentas, un amanecer cálido en el mar como fin de una tempestad, un rayito de sol entre medio de un cielo gris, un manantial de agua clara en medio de mis noches desérticas, una gota de agua en la peor de mis sequías, una sonrisa del alma en mis padecimientos, una dosis de morfina en el más potente dolor de cabeza, esos gloriosos cinco minutos adicionales que deseo con todo mi ser cuando suena el despertador, un gol de River en los últimos segundos de un partido, escuchar la lluvia tapada hasta la cabeza en la cama… esos sos para mi. Todo eso y quizás mucho más…

sábado, 31 de agosto de 2013

Felicidad Parcial Momentánea


 Miro la pared blanca, recién pintada. Mi vista se fija en un particular punto y mi mente empieza a jugarme sucio, fijando en la pared nuestro retrato, esa vieja foto que solía estar ahí colgada. Empiezo a sentir nostalgia, hasta que recuerdo la razón por la cual el verbo está en pasado. “Estaba”, ya no está más. Y si no está más es porque algo pasó. En realidad fue más que un “algo”, fueron muchas cosas, pero más que nada, lo que pasó fue el tiempo. A raíz de él tomamos diferentes decisiones, distintos caminos que hoy nos llevan a ser quienes somos y estar donde estamos. Vos allá y yo acá. Lejos, muy lejos.
    Nuestro distanciamiento fue tal, quete vi crecer lejos de mí por fotos. Si hoy nos cruzamos por la calle dudo que sea capaz de reconocerte. Es triste, lo sé, pero por mucho que nos pese es así. De todas maneras no creo que te cruce por la calle, a menos que el destino, detan jodido que es, crea que es hora de movernos cual piezas de ajedrez y nuestros pasos se vuelvan a chocar, aunque difícilmente vuelvan a caminar a la par.
   Vuelvo a recordar la foto, teníamos pocos veranos en la piel, el sol nos daba de lleno sobre la cara y nuestras sonrisas eran tan radiantes que hacían sonreir a cualquiera que posara sus ojos sobre la fotografía. Éramos inocentes, no entendíamos mucho de la vida. No digo que ahora lo hagamos, de hecho creo que sabía mucho más en aquel entonces, porque mientras más años acumulo, siento que mis conocimientos se reducen, es loco. En fin, el punto es que éramos felices, o creíamos serlo al menos. 
    Quizás era verdad, eso sí era felicidad. No conocíamos el sufrimiento, la vida todavía no nos había golpeadolo suficiente como para aprender a valorar los momentos lindos. Mientras pasaban los años y evaluava mi vida, mis momentos lindos y feos, desarrollé la teoría de la Felicidad Parcial Momentánea, a partir de ahora FPM. Empecé pensando que jamás llegamos a la felicidad plena y eterna. Sentimos felicidad, con cosas que nos suceden que nos despiertan ese sentimiento, como encontrarnos con alguien que hace mucho que no vemos o conseguir algo por lo que luchamos muchos años, como ese tobogán gigante que compraste con tus ahorros ¿te acordás? Pero ese sentimiento no duratanto tiempo, por lo que considero que es momentáneo, y como no existe cosa en la tierra que nos haga cien por ciento felices, esa felicidad que sentimos es parcial. De ahí la FPM que me va a acompañar el resto de mi vida, y también avos, aunque nunca leas esto, porque como ya sabe el cosmos, nuestros pies ya no caminan a la par.
    ¿Por qué explico mi teoría acá? realmente no lo sé. Quizás algún día la desarrolle en profundidad y escriba un libro al respecto. Mientras tanto sigo mirando la pared recién pintada. Pienso que ya le hacía falta un poco de pintura. Ahora es el momento de poner otra foto, una que me haga sonreir cada vez que la mire. Probablemente sea algo de la felicidad parcial momentánea que siento ahora. Una que mañana reemplace con otra, y la que ponga hoy no sea más que un lindo recuerdo, que me haga pensar en la vida, en el tiempo y en el destino, que hoy movió sus fichas para traerte de nuevo a mi mente. 
    Seguramente siga viéndote crecer en fotos, pero eso no importa mucho, lo que importa es que vamos a seguir creciendo. Aunque yo lo haga acá y vos allá. Lejos, muy lejos.     

S/T 1

Te subiste a ese bondi y no te volví a ver desde entonces. No es que no vaya a verte nunca más o que pasaron más de diez minutos desde que emprendiste viaje, pero ya te extraño. Incluso te extraño desde antes de que te fueras, porque sabía que te ibas a ir. Quizás el hecho de que pensara eso, evitó que te disfrutara el poco tiempo que me quedaba hoy convos. Podés decir que me enrosco pensando demasiado y puede que tengas razón. El problema es que si no pienso, en esto o en cualquier otra cosa; te extraño.
    Es por este motivo que mi mente se ve inmersa constantemente en pensamientos lo suficientemente profundos y filosóficos como para derivar en potenciales teorías que, claramente, al aparecer uno nuevo en mi ya estresado pseudo cerebro, quedan en la nada misma.Y, si no son lo suficientemente profundos como para derivar en posibles teorías, bastan para dejarme con dudas existenciales que me quitan el sueño.
    Si no son profundos y filosóficos son, por lejos, completamente inútiles y aumentan mi síndrome RDI (Retención de Datos Inútiles) a su máxima expresión. Quizás dudo unos instantes a la hora de diferenciar la izquierda de la derecha o jamás recuerdo cosas como direcciones importantes, números de teléfono o fechas de cumpleaños. Pero de repente me encuentro recordando cosas como cuánto mide la circunferencia de la Tierra (
40.075 km, por si alguna vez lo llegás a necesitar) o que los pañuelitos descartables tardan tres meses en biodegradarse. ¡¿A quién carajo le importa eso?! ¡¿De qué mierda me sirve en la vida?!...
    En fin… Las cosas en las que una piensa para no extrañarte tanto. Y… ¿de qué sirve? De nada, porque entre pensamiento y pensamiento; te extraño igual.

lunes, 1 de julio de 2013

Enterrada viva en el Blues

Un estadio repleto, de un momento a otro reinaba el silencio hasta que aparecías vos, un pequeño ser de tez blanca que se transformaba en un gigante cuando tu tristeza tomaba forma de voz y tras el primer grito que emitía, desde lo más profundo de tu ser, rompía ese silencio y helaba la sangre de todos los presentes. Dicho de tu boca, hacías el amor con veinticinco mil personas desde el escenario  y, después, te volvías a casa sola. Aunque parezca contradictorio, era la soledad tu eterna compañera.
    Fuiste hermosa, loca, rebelde, libre, impactante, brillante y fugaz. Sobre todo fugaz. Tu soledad y vos le dieron mucho al mundo y a la música, en un momento histórico donde el hombre pisaba por primera vez la luna, tu voz brillaba más, incluso, que la luna misma y le regalabas a la historia de la música tus últimos gritos entonados de libertad y locura, el último fogonazo de una estrella cerca de apagarse. Esos gritos no eran más que tu alma expresándose desesperada para que alguien te escuche. Tu alma reprimida y sola, haciéndose notar y diciendo “acá estoy, mírenme”.
    Mirándote sobre el escenario, nadie podía imaginarse el dolor que sentías por tu soledad, que desde tu infancia te sentiste sola, acomplejada y siempre trataste de ser querida y que tu voz desgarrada solo era una muestra del estado en el que se encontraba tu corazón. Debe haber sido por eso, no solo por la moda y el furor del momento en el ambiente del rock,  que recurriste alalcohol y a las drogas para refugiarte de tus temores, de tus pesadillas.
    En el amor jamás tuviste suerte, todos te utilizaron, nadie hubiera permanecido a tu lado si no hubieses sido quien fuiste, incluso ni siquiera se hubieran fijado en vos. Pero aun así dejaste todo por aquellos que formaron parte de tu vida, aunque fueran inconstantes y te hicieran sufrir. Planes de boda inconclusos, una idea de familia feliz aunque ni vos sabías donde entraba en ella, tu mejor amiga y amante, de quién nunca quisiste desprenderte tampoco.
   Siempre hiciste bromas sobre la muerte, incluso después de la partida de este mundo de Jimmy, dijiste que no ibas a morir el mismo año que él, que vos eras más importante. Sin imaginarte si quiera que apenas tres semanas después, también formarías parte del enigmático “Club de los 27”.
    Buscabas muestras de amor por donde fuera, siempre fuiste así: te tirabas dentro de un pozo y después llamabas a alguien para que te demostrara que te quería sacándote de ahí. Entonces te dabas vuelta y te tirabas en otro, pero más hondo, y antes de que lo notes, esa persona se sentía como un idiota y te dejaba ahí tirada. En esos pozos donde tedejabas caer, había drogas, alcohol y soledad.
    Tu última noche no fue la excepción. La noche del 4 de octubre de 1970 a la 1.13am, te tiraste a un pozo del que nadie te rescataría. Como de costumbre, tu novio y tu amante te fallaron, no acudieron a tu llamado y te apagaste para siempre. Dejaste inconcluso tu último sencillo “Enterrada viva en el blues”, la parte instrumental estaba lista, esa noche grabarías la voz para inmortalizarla, pero no lo hiciste.
    Tu psicodélico 
Porsche 356 C descapotable estacionado todavía en la puerta del hotel donde te hospedabas fue la señal de que algo no estaba bien esa mañana. Fue en ese momento donde todos los que pertenecían a tu círculo, se dieron cuenta de lo que había pasado. Y que ya nada podían hacer para cambiarlo. Esas personas hoy aseguran que todavía estás en esa habitación. Las cosas se mueven de lugar, las puertas se abren y el teléfono suena sin razón. No es tan extraño después de todo. Podría decirse que volvés para sentir un poco de compañía.
    “Pearl”, “Dama blanca del Blues”, “Bruja Cósmica”… Fuiste hermosa, loca, rebelde, libre, impactante, brillante y fugaz. Moriste en compañía de quien más temías: La soledad. Fuiste y sos un ícono de tu época, te fuiste como viviste. Siempre dijiste: “Tal vez no acabes siendofeliz (…) pero si no lo intentás, es como suicidarte el día que nacés”. Quizás no fuiste feliz, quizás lo sos ahora. Nadie lo sabe. No te suicidaste, simplemente nadie te rescató. Y fuiste, para siempre, enterrada viva en el Blues. 



martes, 12 de marzo de 2013

A veces es mejor callar

Hoy te necesito acá. Para contarte esto y que intentes convencerme, como muchas otras veces, de que estoy equivocada. Vos me dirías que esto va a pasar, que es un don y que tengo que saber usarlo y que si algo salió mal es porque la otra persona no entiende. Yo te diría que no. Que no pretendo usarlo más. Que prefiero guardarme ciertas cosas mordiendome la lengua antes que arruinar algo. Te diría que a veces es mejor callar.     Muchas veces las cosas salieron mal, pero estabas acá para llevarlas conmigo. Hoy no estás y tengo que afrontarlo sola. Con tu tono calmo, me dirías: "Tranquila, vos dejá que el tiempo pase y todo se va a arreglar. Se va a dar cuenta y no le van a alcanzar las palabras para pedirte perdón". Pero aunque el tiempo pase y todo se "arregle", aunque no le alcancen las palabras para pedirme perdón, la confianza no se recupera jamás. No puedo volver a confiar y todo lo vivido no va a ser más que un recuerdo. De esto no se vuelve, aunque encuentre las palabras para pedirme perdón. Menos alguien que hasta ayer le confiabas la vida y hoy te sale con algo asi. Nada sería lo mismo, porque una desconfianza asi te duele, y no es superficial: te duele en el alma.    Hoy no puedo esperar de nadie la clase de palabras que saldrían de tu boca. Nadie me va a decir que siga usandolo. Hoy elijo yo, no quiero pasar otra vez por lo mismo. Hoy elijo dejarlo acá. Porque a veces es mejor callar. Y hoy es una de esas veces.

sábado, 12 de enero de 2013

Hoy arranque el día con una sonrisa

Hoy arranque el día con una sonrisa. Cuando todo anoche predecía un amargo despertar. Pude también, haberme despertado triste o al borde del llanto, porque tuve un sueño muy particular que despertó en mi sentimientos dormidos y los resignificó. Soñé con vos. No fue un sueño exactamente, fue un recuerdo hacho sueño:

Era chica, tendría unos seis años y estabamos los dos en el patio de tu casa y como todas las tardes le sacabas las rueditas a mi bici y me decías "Dale, vamos a practicar, asi aprendes a andar sin rueditas y salis ciclista, como yo". Vos me tenías del portaequipajes manteniendo el equilibrio y despacito, yo pedaleaba. Vos corrias al lado mio mientras tomaba velocidad, creandome la ilusión de que lo estaba logrando. "No me sueltes" - te decía. Y vos, con ese tono calmo, me tranquilizabas diciendo "vos tranquila, no te voy a dejar caer". Ese dia, como siempre haciamos lo mismo. Vos me tenías la bici y yo empecé a pedalear despacio, volví a pedirte que no me sueltes y me respondiste lo mismo. La bici empezó a tomar más velocidad que nunca y yo estaba segura de que estabas ahi atrás. "Lo estoy haciendo" te dije, pero no obtuve respuesta. Me di vuelta y allá estabas vos, saludandome casi desde el punto de partida con una sonrisa. Largué la bici y fui corriendo a abrazarte contenta. "Lo hice abu!!" - te grité, pero continué - "me soltaste". "Te solté porque sabía que podías sola". Ese fue el día que orgullosamente me enseñaste a andar en bicicleta sin las rueditas de apoyo y es un recuerdo que nunca voy a borrar.

Hoy arranque el día con una sonrisa. Cuando todo anoche predecía un amargo despertar. Pude también, haberme despertado triste o al borde del llanto, porque este sueño fue muy particular, despertó en mi sentimientos dormidos y los resignificó. Lo hablé con una amiga, le conté que fue un sueño y me dijo "interpretalo". Lo interpreté y entonces entendí. Hace ya un mes que te fuiste Abuelo, pero como siempre, me das la señal de que nunca me vas a dejar caer caer. Y así como me enseñaste a caminar y a crecer, me enseñaste a andar por la vida sin ruedas de apoyo."Vos tranquila, no te voy a dejar caer", esa fue toda mi infancia y adolescencia camiando al lado mio y enseñandome a vivir."Te solté porque sabía que podías sola" Quizás vos eras una de esas rueditas, pero te fuiste sabiendo que me dejabas preparada. Siempre voy a extrañar verte, pero se que en todo lo que me enseñaste estás conmigo. Gracias por tanto.