martes, 11 de octubre de 2016

Incertidumbre


Basta con que ella cierre la puerta para que su mundo se desmorone «¿Y si esta vez no vuelve?». El silencio reina ahora en la casa vacía. Gira su cabeza 15° hacia la derecha y levanta una de sus patas. La lame. La devuelve al piso. Trepa al sillón, da tres vueltas y se sienta. «¿Qué voy a hacer sólo para siempre?». Se pone de pie, salta a la mesa, su corazón se acelera. Da vueltas en círculo unos minutos. Inquieto, salta a una silla, a otra y a otra. Escucha la llave en la cerradura, la puerta que se abre. Ella entra, deposita las bolsas en el piso y lo acaricia. El ritmo de su corazón se acopla al de su ronroneo. De nuevo la calma.