Respiraba y no había nada. Un vacío. Una presión. Sólo latía. Nada sentía. Nada. Ya ni siquiera dolor.
Tranquilo estaba mientras latía.
Entonces vino un par a buscarle camorra: 《Sentí. Dale, sentí. No seas cagón》.
No supo qué hacer, ni cuánta sangre bombear, ni a qué ritmo latir.
Sintió. No supo qué fue pero algo sintió.
Ahora siente.
Sigue intentando averiguar qué. No sabe muy bien qué hacer. Pero sí sabe cuánta sangre bombear, a qué ritmo latir y, lo más importante, por quién hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ann