lunes, 25 de julio de 2011

F.A.T.E I

Es peligroso dejar que el destino decida por vos. Las cosas no estaban bien pero podían manejarse y no, no estoy comparando mi situacion con la tuya porque son incomparables pero tienen cosas en común.
Mucho después de que dejaras de existir, aprendí que un clavo no saca a otro clavo, sólo lo oxida. En mi vida no hay clavos pero metaforicamente hablando llamemoslos así. Muchos clavos que no quise, un clavo del que me cansé, un clavo al que nunca ví, un clavo al que alejé, y un último clavo del que todavía no puedo dar referencias claras.
La hermana superiora de la iglesia de enfrente, dando inicio a esas cosas raras que me suelen pasar cuando camino por la calle, me puso la mano en el hombro para preguntarme: "¿Que aprendiste este año, hija?". Me detuve a pensar y lo único que me salió fue: "aprendi que cuando el semaforo se pone en rojo, tengo que FRENAR" extrañamente me dio un beso en la frente y me dejo seguir mi camino. Eso me dejó pensando... El semaforo se puso en rojo, y yo frené: Le dije basta al clavo que jamas vi... Despedi al clavo al que finalmente alejé... y al ultimo clavo le dije: "vení, pasa...y quedate".
Al principio dude si quería que se quedara, en el ajedrez del amor soy una Dama inútil, no voy a seguir la metáfora del ajedréz aunque podes imaginarte que terminaría con un jaque mate al corazón..de algun clavo. Pero en fin, lo dudé, intente alejarme, esquivar, huir, como siempre pero ahi es donde entra en juego lo que el mundo llama destino y comenzó a tomar control de la situacion. Y lo dejé ser..... Está siendo...

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